BAJO LA PIEL DEL GECKO

de Raquel Lojendio

> Reseña <

Soprano con una carrera internacional sólida, compositora, bailarina e ilustradora. Raquel Lojendio presentó el pasado mes de agosto su primera obra literaria con el título Bajo la piel del gecko y, por ende, se estrena como escritora. Y ¿cómo iba a ser de otra manera? Lo hace con brillantez. La autora es un auténtico multitalento de Santa Cruz de Tenerife, que convierte en éxito cualquier proyecto que comienza y a la que tuve la suerte de conocer en 2017 en un concierto de navidad de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria.

Su obra, Bajo la piel del gecko, relata la historia de una producción de ópera, en concreto, Don Giovanni de Mozart, a través de sus 3 protagonistas: Donna Elvira (Sarah), Donna Anna (Adela) y Zerlina (Olympia). Ofrece al lector una visión tras las bambalinas de un teatro y cuenta los misterios y secretos de un universo lleno de egos y ganas de protagonismo, por un lado, y miedos e inseguridades, por otro.

Nada más leer el título me vi envuelta en su aparente metáfora de un mundo que conozco también de cerca. Abriendo el libro, sin todavía empezar a leer, salta a la vista el índice con los nombres de los capítulos prestados del mundo de la fauna e ilustrados meticulosamente por la autora que van el título de la obra: Capítulo 1: Una nueva fauna – Canis lupus, Capítulo 2: Clasificando – Gallus domesticus, Capítulo 4: La bella doliente – Morphinae azul y así sigue insinuando una, no del todo disparatada, comparación de la lírica con un zoológico.

A lo largo de los diferentes ensayos de la producción conocemos, no solamente a las tres protagonistas femeninas y sus historias personales, sino también a los masculinos y sus entresijos con aquellas: un director de escena autoritario, un director musical que aprovecha o, mejor dicho, abusa de su posición de poder y otros cantantes con diferentes caracteres y personalidades —unos más frágiles que otros— que se enfrentan al reto de plasmar una producción aparentemente muy moderna y llena de elementos acrobáticos de la obra clásica de Mozart.

Raquel Lojendio cuida tanto la narrativa en sí como la caracterización de sus personajes protagonistas y secundarios, logrando que el lector se vea envuelto en la jungla operística sin haber puesto los pies en ella .

Pero no se centra solamente en lo que pasa en el escenario de Don Giovanni, sino que nos deja conocer también la biografía familiar y profesional de sus personajes y su vida fuera de los escenarios. De esta forma, el lector tiene acceso a la psicología que hay detrás de este grupo de personas que sí se conocen, al menos en parte, y al mismo tiempo no se conocen en absoluto. El aclamado cosmos del teatro operístico deja entrever una gran soledad llena de excentricidades y singularidades que se prestan de forma espectacular para una gran novela.

El argumento está rodeado de muchísimos detalles simpáticos y hasta divertidos, como, por ejemplo, la particular forma de una de las protagonistas de clasificar a los compañeros como personas, sacando conclusiones a partir de qué tipo de calzado usan al llegar al primer ensayo o los comentarios de los artistas sobre el ruido que hacen los papeles de caramelos que muchas personas del público abren con toda su calma en un concierto y que tanto nos suelen molestar.

Y no olvidemos los personajes secundarios, entre los que quisiera destacar especialmente a la maquilladora Lola, cuyas palabras «revolotean en el aire», por usar una expresión de la autora misma.

Antes de oír al final el «arriba el telón» de la regidora, veremos cómo el gecko muda la piel a pesar de que, en el fondo, todo seguirá igual en el mundillo.

Bajo la piel del gecko no solamente es una novela para los interesados en el teatro y los melómanos, sino también para todos aquellos que disfrutan con un relato sublime con pinceladas de suspense entre líneas.