Conversaciones con Abigaíl Jareño Gómez sobre Ludwig van Beethoven y la psicobiografía del genio alemán
La doctora en psicología y profesora de la Universidad CEU San Pablo, Abigaíl Jareño Gómez, que después de varios años siguiendo las pistas y huellas más personales del niño, joven y adulto Beethoven, alcanzó una comprensión profunda y empática del compositor alemán, publicó en mayo de 2022 un libro un tanto novedoso y poco habitual: su psicobiografía.
Ya la palabra «piscobiografía», de poco uso entre las personas fuera del mundillo de la psicología, deja ver que este libro pretende realizar un acercamiento al personaje de forma diferente a otras biografías escritas sobre él.
Abigaíl, en un artículo publicado en The Conversation[2], cita a un experto[3] en la materia de la psicobiografía que la define como «el uso eficiente de la teoría psicológica, especialmente de la teoría de la personalidad, para convertir la vida de un sujeto en una historia coherente e iluminadora». El principal objetivo de este instrumento psicológico es acercarse en profundidad a la personalidad auténtica de un ser sin perderse en las típicas generalidades. Con la empatía se pretende entender la vida emocional del protagonista, sus características personales y sus recursos mentales.
Con esto llegamos a que la investigadora defiende, tanto en su libro como en la conversación que tuvimos, que Beethoven fue juzgado de forma injusta[4]. Les adelanto que, al final de mi conversación con ella, llegué a la conclusión de que todos estamos mal juzgados debido a que, como sociedad, sabemos bien poco sobre psicología en general, empatía y de lo que se compone una psicobiografía en concreto.
Según la autora, Beethoven ha sido juzgado siempre fuera de su contexto personal y psicológico, de ahí que se le considere una persona de difícil trato, enfadado y algo conflictivo. Me explica que la reputación del compositor alemán se ha basado en cuatro o cinco anécdotas o, tal vez, comentarios de personas que hablaban a la ligera y que fueron transferidos a todo su ser sin criterio alguno. «¿Cómo es posible que un genio como Beethoven fuera una persona tan horrible?», se preguntaba la autora y me lo pregunto yo, acertadamente, durante nuestra charla.
La autora menciona en su libro que, especialmente, los empleados de la casa hablaban generalmente de forma negativa sobre su jefe, pero que en su investigación destaca la triangulación de datos, es decir, el hecho de haber consultado múltiples fuentes que no confirman esta impresión desfavorable acerca del compositor.
Abigaíl ha consultado y contrastado miles de documentos de todo tipo de personas: psicólogos, compañeros, amigos y enemigos (por decirlo de alguna manera) de Beethoven, etc. y pudo evidenciar la imagen de un hombre para nada horroroso, sino más bien bastante amable.
Münsterplatz, Bonn. Mayo de 2019[5]
A mi pregunta sobre cómo lo ha hecho de facto, ya que los documentos originales del siglo XIX seguramente fueron escritos en alemán, me comenta que hay muchísimo material ya traducido al inglés, por ejemplo, los famosos cuadernos de conversación[6], y que principalmente ha trabajado con traducciones, pero que en su estancia de varios meses en Bonn tuvo ayuda de la Casa de Beethoven[7] con documentación original en alemán.
Poco a poco, su sospecha se fue confirmando. Beethoven fue mucho más de lo que sabíamos hasta ahora. Abigaíl, basándose en pruebas reales, lo describe como una persona de profundas emociones, con un gran afán por ser amigable y servicial con los demás, una persona franca y sin filtros, pero de unos valores y una moral bien definidos, así como una visión demasiado idealista (propio de la época, por otra parte). Beethoven era modesto, no mostraba indicios evidentes de sentirse mejor que otras personas, con excepción, tal vez, de sus exigencias morales, las que consideraba superiores a las de otros. En esta línea, siempre tenía presente que debía dar un buen ejemplo para las personas que le rodeaban.
Era una persona enérgica que hablaba con mucha pasión, muchas veces bromista y travieso que adoraba a sus amistades. De verdad, recomiendo la lectura del libro donde se encuentran anécdotas sobre apodos que Beethoven inventaba para sus amistades o bromas que gastaba, algo que no les quiero contar aquí para no hacerles spoiler del libro. También encontrarán cientos de citas del músico y extractos de cartas que escribió y que muestran su lenguaje respetuoso y cariñoso con las personas. Hasta se ve su capacidad de ponerse al nivel de un niño y hablarle en un lenguaje adecuado en una de las cartas citadas en el libro.
Algunas características de su persona y vida que se pueden encontrar en libro Ludwig van Beethoven – Humor, genio y corazón las he recogido en la presentación siguiente:
En la presentación, fui tan libre de poner las palabras de Abigaíl en la boca del maestro porque, durante nuestra conversación, llegué a preguntarme cómo se habría sentido Beethoven, el auténtico, si supiera lo que estamos diciendo de él desde hace varios siglos.
En resumen, podemos constatar que Beethoven no era el personaje que se ve reflejado en las imágenes pintorescas que siempre le muestran, en el mejor de los casos, triste, pero casi siempre enfadado o enfurecido.
Eso fue así hasta hace poco.
Aquí se ven las figuras en una imagen de Bürgeraktion Unser Ludwig [8].
En el año 2020, año del 250º aniversario del maestro, gracias a una iniciativa de la ciudadanía de Bonn, que seguramente entendería a la perfección los argumentos de Abigaíl, se creó una nueva estatua de Beethoven. Una estatua sonriente del maestro. Es obra del artista conceptual alemán Ottmar Hörl, quien recibió el encargo de Bürgeraktion Unser Ludwig (Acción de ciudadanos Nuestro Ludwig). Y no fue solo una estatua, fueron 700, en verde y amarillo, todas sonriendo, expuestas en una plaza pública.
La exposición de estas 700 estatuas fue un éxito rotundo, con 75 000 visitantes[9]. Se pretendía llevar el Lächelnder Ludwig (Ludwig sonriente) al mundo y mostrar que era mucho más que una persona enfurecida. Nuestra autora debe sentirse muy reforzada por esta acción.
Beethoven, a pesar de un sentido profundo de la trascendencia y con su deseo de dejar huella en el mundo por el que pasó, a la edad de 28 años empezó a tener problemas de oído, como bien se sabe. Esta sordera avanzó muchísimo hasta su muerte. Abigaíl me explica que existen muchas teorías sobre esta enfermedad y que no se sabe al 100 % si su sordera llegó a ser total. Lo que sí puede afirmar rotundamente es que Beethoven quería ser un buen compositor y músico y que la imagen que proyectaba hacia fuera sí era importante para él. Para entenderlo, hay que tener en cuenta que él dirigía las orquestas que interpretaban sus obras (e incluso interpretaba las partes solistas) y el director es una persona que requiere mucha autoridad. Un director de orquesta no se puede permitir flaquear en autoconfianza. Pero justamente eso es lo que sucedió: debido a esta condición, el ego de Beethoven se vio desinflado por completo, el maestro perdió la confianza en su labor y tuvo que enfrentarse a una orquesta sin ni siquiera oírla bien (no nos olvidemos que se puede componer sin tener oído, pero es muy difícil, si no imposible, dirigir a 60 músicos sin oír). Por esta y otras enfermedades que padecía, como cualquier otra persona, se mostró más amargado de lo que realmente era y por ello expresaba su sufrimiento y dolor en cartas y apuntes.
A estas alturas del artículo me veo en una situación similar a la de Abigaíl, quien me contó que podría hacer un libro solamente del Making of de su investigación sobre Beethoven, primero para su doctorado y, después, para el libro, por todas las bonitas anécdotas que vivió durante el proceso. Me pasa ahora igual.
Presentación del libro, mayo de 2022. Castillo de San Servando, Toledo[10]
Si quisiera contarles que todo este viaje de Abigaíl a los adentros de Beethoven comenzó, en realidad, con otro viaje a la psique de la reina Juana la Loca; o si quisiera mencionar su visita a Boston y su tarde tomando el té con el director de orquesta Benjamin Zander; su experiencia casi mística al escribir las páginas 66 y 67 del libro sobre un testimonio de la baronesa Ertmann (¡Esa la pueden leer ustedes mismos!); o lo vivido con el biógrafo Jan Swafford en un restaurante italiano frente a la universidad de Harvard; si quisiera contarles todo lo que Abigaíl me contó de la misma forma agradable y cautivadora en la que escribió su libro, me pasaría de palabras.
Sin embargo, sí me gustaría cerrar este artículo un poco como empecé: con una referencia a las psicobiografías. Las psicobiografías, aun siendo poco frecuentes todavía en la enseñanza, en la psicología clínica o en la investigación, son ensayos o estudios que acercan a los artistas, políticos u otros líderes a la gente, los humanizan y los convierten en personas. Y no solamente nos aproximan a las personalidades, sino que, además, nos unen unos a otros.
«No todos los grandes cambios del mundo los tienen que hacer las personas perfectas o los genios. Tú también tienes el potencial de ser algo o lograr algo grande y eso es lo que se aprende leyendo y trabajando con psicobiografías», opina Abigaíl junto con George Elliot[11]. En su trayectoria ha aprendido a escuchar mejor, a juzgar menos a las personas y a tener más empatía.
Posiblemente eso son los mejores logros de las psicobiografías, tanto para nuestro Ludwig, que durante siglos ha sido injustamente tachado de amargado y enfurecido, como para cualquier humano.
Nicole Martín Medina
Las Palmas de Gran Canaria
Marzo 2023
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[1] Del alemán: Unser significa «nuestro».
[2] Véase: https://theconversation.com/que-es-y-como-se-hace-una-psicobiografia-158893
[3] Mismo sitio que 2.: McAdams (1988).
[4] Entrevista realizada mediante videoconferencia el martes 07.02.2023
[5] Foto cedida por Abigaíl Jareño Gómez
[6] Se refiere a los cuadernos que Beethoven usaba para comunicarse una vez su sordera había avanzado.
[7] Véase: https://www.beethoven.de/
[8] Las principales fotografías de la acción de ciudadanía son de autoría de Wolfgang Günzel y Randolf Bunge y están, por supuesto, protegidos por la ley (derechos de autor).
[9] Fuente: https://unser-ludwig.com/2019/06/08/bonner-beethoven-installation-mit-grosem-erfolg-beendet-uber-75-000-besucher/
[10] Foto cedida por Abigaíl Jareño Gómez
[11] La cita original es de George Elliot: «El importante trabajo de hacer avanzar el mundo no se espera que lo hagan los hombres perfectos».
Para los que quieran saber más:
Acción de ciudadanía Nuestro Ludwig:
Apariciones del libro en prensa y otros medios:
https://www.lavanguardia.com/libros/libro/ludwig-humor-genio-y-corazon-9788419104250
https://www.doctorcarloschiclana.com/post/ludwig-humor-genio-y-coraz%C3%B3n
https://clasicafmradio.es/podcasts/cuentame-la-musica/beethoven/
Plataforma de venta para comprar el libro:
https://www.elargonauta.com/libros/ludwig-van-beethoven-humor-genio-y-corazon/978-84-19104-25-0/
https://www.casadellibro.com/libro-ludwig-humor-genio-y-corazon/9788419104250/13051805
https://www.amazon.es/LUDWIG-VAN-BEETHOVEN-HUMOR-CORAZ%C3%93N/dp/8419104256
https://www.fnac.es/a9423807/Abigail-Jareno-Gomez-Ludwig-humor-genio-y-corazon
https://www.cervantes.com/libro/9788419104250/ludwig-humor-genio-y-corazon/
https://www.imosver.com/es/libro/ludwig-humor-genio-y-corazon_TER0015617
https://www.todostuslibros.com/libros/ludwig-humor-genio-y-corazon_978-84-19104-25-0
Artículos de Abigaíl Jareño Gómez:
https://theconversation.com/que-es-y-como-se-hace-una-psicobiografia-158893
5 respuestas
Muy interesante 🌹
Muchas gracias por leerme, Margarita. Espero poder aportar más cositas interesantes como ésta.
Genial aporte, revisando la historiografía a través del acercamiento a la psicología del viejo de Bonn
Muchísimas gracias por leerme, Cira, por tu comentario. Me animas a seguir adelante con este proyecto.