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Nicole Martín Medina

Gestora Cultural – Abogada/MBA

String Quartets, Marrero

Presentación del tercer trabajo monográfico (CD) música de cuarteto de cuerdas de Juan Manuel Marrero

 

Auditorio Alfredo Kraus / Sala de cámara

Las Palmas de Gran Canaria – 19 de marzo 2024

 

Grabado los días 7 de enero al 10 de enero de 2021 en la Sala Atlántico Auditorio Alfredo Kraus

Producido por el sello discográfico alemán NEOS

 

String Quartets, Juan Manuel Marrero (NEOS)

Ayer por la noche, en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, tuvo lugar la presentación del disco String Quartets de Juan Manuel Marrero. Adornado con tres obras, dos de ellas del compositor protagonista, interpretado por el Cuarteto Ornati y otros seis compañeros más[1], ha sido un acto muy emotivo y calurosamente recibido por el público.

String Quartets, Juan Manuel Marrero
Foto: Juan Manuel Marrero - 19 de marzo 2024 – AAK- Nacho González
Nicole Martín Medina - String Quartets, Marrero
Foto: 19 de marzo 2024 – AAK- Nacho González

(…), siempre he considerado que la música debe ser escuchada, luego descubierta y por consiguiente apreciada o entendida espontáneamente antes de ser explicada. No obstante, valgan estas notas como una leve iniciación a esta parte de mi producción musical.

La invitación al acto fue realizada por la Asociación Taller Lírico, productora financiera del disco y la presentación al acto corría a cargo de Manuel Benítez, quien empezó dibujando el mundo Marrero con palabras de reconocimiento y profundo aprecio. Manuel Benítez destacó un músico sobresaliente en todos los sentidos, tanto por su capacidad creativa como por la formación técnica muy sólida que muestra.

Marrero, como todos los jóvenes de su época, creció escuchando los 40 Principales y reivindicando la música del pop, lo que no impidió a lo largo de los años que se hiciera su hueco entre los compositores contemporáneos más grandes de la actualidad. Su lista de éxitos es impresionante, entre el catálogo de sus aprox. 70 obras publicadas y estrenadas (entre ellas las obras electroacústicas, instrumentales y para orquesta), otras tantas sin estrenar ni publicar, diplomas académicos y unos 14 premios internacionales ganados. Estamos ante una persona muy reflexiva, extremadamente sensible y polifacética que, analizando lo cotidiano, nos hace sumergir en lo excepcional.

Marrero es un compositor natural de Las Palmas de Gran Canaria, nació en el año 1970 y reside desde 1995 en París.

Me resulta curioso saber, y eso coincide con la referencia de Manuel Benítez al pop, que Marrero en sus inicios quería ser cantautor[2]. Leyendo su currículo[3], me imagino que, de joven a adulto, tiene que haber pasado además por una búsqueda personal muy intensa y profunda ya que dejó sus estudios de Filología hispánica, de Derecho y de Educación musical atrás porque nada de eso era lo suyo. Ante la imposibilidad de llevar a cabo su tarea en un territorio tan limitado como una isla y empujado por un gran amor, se trasladó a París donde Horacio Vaggione, compositor de renombre, le influyó sustancialmente. Terminó, y dicho sea sin tener claro si el verbo ‘terminar’ en el caso de nuestro protagonista inquieto intelectualmente a más no poder sea la palabra adecuada, finalmente como Compositor y Doctor en Estética, Ciencias y Tecnologías de las artes por la Universidad de París 8. La perseverancia al final gana, no solamente académicamente, sino también en lo que respecta al reconocimiento profesional internacional.

Antonio Miranda, ingeniero técnico de este proyecto de disco, publicó en el año 2004 un artículo amplio e interesantísimo dedicado a Juan Manuel Marrero donde expone que Marrero entiende el conocimiento como algo amplio, muy amplio, algo plural. Lo considera un hombre que defiende una cierta idea de universalidad y que estima conveniente mantener una curiosidad que conduzca a la apertura del espíritu ya la disponibilidad del individuo ante las sorpresas.

Estas palabras son las que más resuenan conmigo cuando escucho su disco. Su disco cayó en mis manos hace muchas semanas ya y tuve el tiempo de prestarle la atención que se merece y aprender sobre el estilo algunos detalles que desconocía.

Todas las 6 piezas de String Quartets son de sonoridad agradable al oído, las primeras dos minimalistas y repetitivas, todas ellas estéticamente elegantes y en su conjunto sorprendentes. Percibo una textura de poesía musical efímera, altamente racionalizada. Evidentemente, estamos ante un lenguaje nuevo, que deja las estrictas limitaciones de la tonalidad atrás y se ve influenciado, como comentó el mismo compositor en el acto de anoche, por la estética heredada de la música contemporánea centroeuropea.

Resulta interesante destacar los últimos dos de los seis cuartetos del CD, compuestas para un cuadro: “El ámbito del Demiurgo” (Acrílico sobre lienzo, 200×400 cms), obra del pintor español y amigo íntimo Juan José Gil (1947-2023),

          1. Quatuor pour un tableau: première partie
          2. Quatuor pour un tableau: deuxième partie.

Aunque el mismo Marrero dice que se trata de obras más abstractas que requieren una escucha más comprometida, las dos caras de una misma moneda más exigente para el oído neófito, considero que entendiendo que se trata de una observación profunda de los instrumentos en sí, el acceso placentero está garantizado también al oído menos familiarizado con el estilo.

Explica el maestro que en la primera parte de la obra se les quita a los músicos sus arcos, obligándolos a tocar mediante una tarjeta de crédito, con las correspondientes modificaciones en el sonido, para después, en la segunda parte, devolver el arco y quitarles, a más inri, el instrumento mismo, cambiándolo por un globo o ‘sopladera’, como decimos en Canarias. Eso tiene que llamar la atención a los más resistentes a la sonoridad de los siglos XX y XXI.

 

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Foto: 19 de marzo 2024 – AAK - NMM

 

Resumiendo, cito a Manuel Benítez literalmente: en caso de Marrero, “podríamos hablar tanto de un músico popular con principios como de un músico vanguardista sin concesiones. Me [Benítez] atrevería a decir, y esto se lo robo a él [Marrero] mismo, que Juan Manuel Marrero es preso de la libertad de elegir. En sus propias palabras, ‘Soy la metáfora de mí mismo, pero no la certeza de mí mismo’.”

Quien me conoce sabe que entre la música contemporánea también existen obras que tampoco a mí se me abren fácilmente, pero creo que Marrero está apto para un público amplio. Defiendo esta posición basada en su CD, el concierto de ayer y la ópera Clara y las sombras[4] que tuve el placer de ver en su estreno 2014 en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria. Reforcé ayer mi opinión, después de haber disfrutado el estreno de su Suite francesa de cuatro movimientos (I. La bailarina desnuda, II. Una copa en Montmartre, III. Pensamientos furtivos, bulevares infinitos y VI. Café y lluvia) que me provocaba los efectos sinestésicos[5] que tanto disfruto si las obras son de reciente composición. O sea, Marrero, a mí, ya me tiene de fan incondicional.

Por cierto, cada vez que reflexiono sobre la música contemporánea me pregunto por qué el mundo que nos rodea acepta a la pintura abstracta sin problema ninguno, pero se resiste tanto a la música abstracta. Va a ser el efecto Instagram & Co. que nos hace tan visuales que dejamos los otros sentidos infrautilizados. Curioso.

Mis lectores regulares lo estarán imaginando, el cariño que le tengo a este CD es particular. Correcto, es mi segunda participación en una producción de CD con la discográfica NEOS y Taller Lírico de Canarias, aportando mi granito de arena como nexo entre todos los participantes, artistas y colaboradores, algo que disfruto inmensamente.

Por muy alemana que sea, me siento muy orgullosa de nuestros logros canarios y no puedo estar más feliz por todo lo que he aprendido otra vez. Habiendo conocido a Marrero un poco más personalmente ha sido una gran experiencia que espero perdure en el tiempo.

Finalmente, y como regalo especial al compositor y mi blog, tanto el ingeniero de sonido, Antonio Miranda, como el director artístico, José Brito, me han facilitado sus comentarios sobre la obra con el permiso para citarlos aquí.

¡Felicidades, maestro!

 

Al pensar en la obra de nuestro querido Juan Manuel Marrero, nos imaginamos, para quienes nos hemos acostumbrado a escuchar su mundo repleto de texturas, exotismo y filigranas sonoras; una única imagen estilista que seduce y embriaga al que a ella se acerca; sin embargo, en este inspirador trabajo discográfico que aborda la integral de sus cuartetos de cuerda, y que he tenido el placer de producir musicalmente, tendremos la oportunidad de contemplar universos dispares de Marrero, que no solo abordan las técnicas extendidas, las nubes sonoras o el desarrollo tímbrico, sino que se atreve con la compleja escritura del minimalismo, que desde los más sencillos elementos rítmicos y melódicos genera un estado de ánimo que afronta la espiritualidad, sin alejarse de lo telúrico. Se trata de una experiencia caleidoscópica de múltiples sensibilidades, que no dejará indiferente a ninguno de los que, sin perjuicio estético, deseen adentrarse en su morada sonora.

En el disco hay dos estéticas completamente diferentes: por un lado, está la del "Cuarteto para un cuadro" que está dedicada al también académico y pintor Juan José Gil, gran amigo de Juan. Juan José Falleció hace un año. La estética de esta obra y otras similares está dentro de la corriente espectralista francesa, cuyo mayor exponente es Gerard Grisey. Marrero estudió en París 8 con Horacio Vaggione y terminó trabajando en el laboratorio de música electroacústica de Bourges y luego en el IRCAM, entonces dirigido por Pierre Boulez. En la web hay mucha documentación sobre los mencionados. En estas obras los cambios son explosivos y expansivos. Es el Marrero que todos conocemos. Su parte YANG, o masculina. Por otra parte, la cara amable del disco (los paseos por Central Park) es una estética minimalista y repetitiva en la que se crean casi "mantras" que van evolucionando lentamente, generando los cambios de forma casi imperceptible y donde uno se puede recrear en la belleza del momento. Es casi una meditación. Se trata de una música mucho más tranquila e introspectiva. Es el Marrero YIN, o su parte más femenina. Sus obras actuales van en esta dirección y creo que le viene bien porque necesita de esa calma. El movimiento minimalista viene de la segunda escuela de New York y son casi todos discípulos de Morton Feldman (1ª escuela). Entre sus referencias: John Adams, Steve Reich y Philip Glass. La relación de Marrero con New York empezó (creo recordar) cuando acudió allí en 2003 para dar unos conciertos de su obra electroacústica e instrumental en una de las salas del Carnegie Hall y del Lincoln Centre.

 

Cuidado, SPOILER, para los lectores regulares: ya está mi tercer “bebé discográfico” a punto de nacer.

¡No se pierdan las siguientes publicaciones del Blog de Nico!

Nicole Martín Medina

Las Palmas de Gran Canaria

20 de marzo 2024

 

El artículo está disponible también en 

Inglés: https://nicolemartinmedina.com/en/string-quartets-marrero-2/

Alemán: https://nicolemartinmedina.com/de/string-quartets-marrero/

 

Para comprar String Quartets,

véase https://neos-music.com/product/juan-manuel-marrero-string-quartets/

¡Disponible también en todos los demás canales de venta!

 

La prensa sobre String Quartets:

https://www.laprovincia.es/cultura/2024/03/19/compositor-canario-juan-manuel-marrero-99665990.html

 

*****

Notas a pie: 

[1] El Cuarteto Ornati son Sergio Marrero violín 1, Adrián Marrero violín 2, Adriana Ilieva viola y Carlos Rivero chelo. Los otros compañeros eran: Carmen Ojeda flauta, Verónica Cruz oboe, Laura Sánchez clarinete, Miguel Ángel Mesa fagot, José Zarzo trompa y José Luís Castillo piano.

[2] Antonio Miranda (2004) – Juan Manuel Marrero/ De causas y azares – para el Festival Internacional de Música de Canarias Ed. XX

[3] Véase: www.compositoresfaic.com y www.scanarias.wordpress.com

También: Antonio Miranda (2004) – Juan Manuel Marrero/ De causas y azares – para el Festival Internacional de Música de Canarias Ed. XX

[4]  Compuesta por Juan Manuel Marrero, Libreto Alexis Ravelo.

[5]  Para los curiosos: veía un fondo gris, a lo mejor las calles de un día lluvioso en Paris, con una pelota saltarina de múltiples colores, colores claros y alegres, intensos, colores dibujados en forma de rayas, gotas de agua salpicando. ¡Fue precioso!

 

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4 respuestas

    1. Buenas noches José, ¡¡qué alegría verte por aquí!!
      Gracias por leerme y nos vemos el miércoles. Un abrazo

  1. Gracias de nuevo Nicole por enriquecer mi escasa cultura musical. Copiando de manera literal de tu escrito….
    “Por muy alemana que sea, me siento muy orgullosa de nuestros logros canarios…” te añadiría de aquellos que conocemos un poco tu trayectoria, que puedes sentirte orgullosa también del gran bagaje no solo a nivel música l (que ese no puedo valorarlo) si no también a nivel de idioma y de la cultura de nuestra tierra. Muchos ánimos y a seguir adelante.

    1. Mi linda Mary, gracias por estar siempre ahí, sobre todo como familia (lo de lectora es un añadido), que es algo muy, muy especial. Son personas como tu las que me han enseñado lo que tengo de canaria 😉

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