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Nicole Martín Medina

Gestora Cultural – Abogada/MBA

Órganos históricos y los ciclos de música en órganos

Órganos históricos y los ciclos de música en órganos

Foto: NMM – Órgano de la Catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria, de origen mallorquín, marca Portell-Fullana, del año 1862 

Este artículo encuentra su origen en uno anterior de este blog y en un desconocimiento mancomunal mío.

¡Vaya, qué introducción para un artículo sobre órganos históricos!

Sin embargo, los que me conocen ya saben que la honestidad me la aplico también a mí misma, así que tomé la decisión de escribir esta entrada por puro egoísmo: para aprender. Como mi intención no es añadir otra publicación formal-académica a las existentes, sino aclarar mis propias ideas y ponerlas a disposición de otros curiosos como yo, creo que no es necesario ser experta en el tema y puedo atreverme. Sería todo un logro para mí si alguno o alguna se acercara a una de nuestras iglesias prestando atención al órgano después de leerme, porque el valor y la utilidad de los órganos y armonios va mucho más allá de su antonomasia como instrumento litúrgico.

Se puede decir que los primeros órganos llegaron a las islas en el siglo XVI. Primero a las catedrales y, poco a poco durante los siglos XVII y XVIII, a los otros templos, además de la posterior oleada de órganos a mediados del s. XIX y hasta la actualidad. Vienen de Flandes, Alemania, Italia e Inglaterra, por mencionar algunos, ya que inicialmente no había actividad «organera» propia en las islas. Su encargo se realizó a través de las direcciones eclesiásticas y solamente los órganos del Auditorio Alfredo Kraus, en Las Palmas de Gran Canaria, el del Auditorio Adán Martín, en Santa Cruz de Tenerife, el último en encargarse en las islas, y el del Conservatorio de la Música de Las Palmas de Gran Canaria han sido encargados por instituciones civiles[1]

Sobre todo cabe destacar que la llegada de los órganos románticos (Walcker y Mola, entre otros) se la debemos al gran músico y compositor Camille Saint-Sans, quien en sus estancias en la isla fue el responsable de la llegada del órgano romántico Italiano Mola en Santa María de Guía (único en estas características en todo el archipiélago) en 1889-1900. Para ser precisos, posteriormente, él mismo traería e inauguraría en 1906 el órgano romántico Walcker más antiguo de Canarias: el de Los Claretianos de Las Palmas de Gran Canaria, pero dicho órgano desapareció curiosamente después de haber sido declarado Patrimonio histórico.

Los órganos, a diferencia de otros instrumentos, requieren de mucha atención en cuanto a su mantenimiento y afinación. Además, son instrumentos que evolucionaron muchísimo a lo largo de los siglos. Mientras un violín de los tiempos de Mozart es casi idéntico a un violín de fabricación moderna, en el caso de los órganos tanto la mecánica como todos los detalles de la fabricación cambiaron con los avances técnicos de cada época. Si un órgano queda en desuso, se deteriora con el tiempo y corre el riesgo de que ya no queden personas con los conocimientos necesarios para su arreglo. Consecuentemente, se puede decir que la mayoría de los órganos históricos existentes en las islas se encuentran en un estado de disfuncionalidad.

No obstante, en los años 80 y 90 del siglo pasado y primeros del siglo XXI se inició la recuperación de los órganos históricos en las islas a través de una iniciativa del Cabildo de Gran Canaria, Tenerife y La Palma junto con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. El impulso vino de las publicaciones de la catedrática Rosario Álvarez Martínez que destacaban la existencia de órganos alemanes extraordinarios en las islas y que fue apoyado por los musicólogos Lothar Siemens y Helmut Perl[2].

El primer órgano en restaurarse fue el órgano ibérico del templo de Santo Domingo en Las Palmas de Gran Canaria y, pasados los años, se finalizó la restauración de 23 órganos en total en Canarias. Destacan entre los restaurados en Gran Canaria los órganos de las iglesias y templos de Gáldar (órgano romántico alemán Walcker), Guía, San Francisco en Las Palmas de Gran Canaria, San Juan en Telde y Agüimes (estos tres últimos españoles) por ser fieles embajadores de sus tiempos.

En la actualidad destaca la restauración del órgano de la Vega de San Mateo que fue realizado por Alejandro Jesús Rodríguez Rubio, organista y restaurador que con solo 28 años muestra un enorme conocimiento sobre la órganistica como tema global y unas habilidades únicas como restaurador. Fue él mismo quien reconoció el valor del instrumento de la iglesia de San Mateo y quien supo llevar el proyecto de restauración adelante en contra de anteriores informes de especialistas que daban el órgano por perdido. Con una iniciativa privada suya y con el apoyo de la parroquia recaudó los fondos y se puso manos a la obra él mismo. El órgano que cumplió sus 100 años en enero de este año fue reinaugurado en 2022.

Video: I Jornadas del Órgano romántico de la Vega de San

Por supuesto, tenía que conocer a este chico, estudiante de dos especialidades: pedagogía e interpretación y en último curso del Grado Superior de Pedagogía del Instrumento Órgano en el Conservatorio Superior de Canarias, que originalmente había estudiado oceanografía. Quien me conoce sabe que me interesan las personas con una trayectoria un tanto atípica y que opino que tienen mucho que contar.

Por ende, en agosto quedé con Alejandro para un paseo en Vegueta y Triana y poder hablar así de su trabajo.

Mi primera curiosidad era saber cómo una persona a tan temprana edad acaba siendo organista y restaurador, teniendo en cuenta la dificultad de cada una de las disciplinas profesionales y más aun cuando, además, había sacado otra carrera científica anteriormente. No se olviden: hablar de restaurar un órgano no es como restaurar un mueble. No solamente se trata de carpintería, sino también de mecánica, metálica y, según el año de fabricación, incluso electricidad y electrónica. Se dice fácil.

Lo que Alejandro me contestó viene del pragmatismo que la vida a veces nos reclama: «Si quieres ser organista y te exiges a ti mismo tocar bien, no te queda otra que desarrollar habilidades de afinador y restaurador, porque casi no quedan técnicos cualificados para hacerlo».

Que hay profesiones en el sector agrícola-rural y artesanal que buscan desesperadamente jóvenes para aprender la profesión es algo que tenía claro, pero no que eso también afectaba a los órganos.

Alejandro, quien siempre mostró un interés por la música, no empezó viéndola como profesión hasta llegar a la edad adulta. Ahora, sin embargo, creo que no miento si digo que es un apasionado de los órganos, de su sonido, de su gran expresividad instrumental y, posiblemente, del olor que se percibe al entrar en uno.

De hecho, me invitó a entrar en el órgano de la Catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria. Y si digo entrar, no me refiero al sitio de los teclados, donde toca el organista, sino a entrar de verdad, a penetrar en las entrañas de este instrumento tan particular. Nunca había entrado en un órgano de una manera como se entra en una casa, solamente había visitado la banqueta del organista y los teclados y registros.

Fue un día caluroso en Las Palmas de Gran Canaria y dentro de la catedral hacía bastante calor. A través de la humedad en el interior se percibía este olor a madera, a naturaleza y a polvo cuando Alejandro me abrió la puerta y vi por primera vez este maravilloso órgano de origen mallorquín, marca Portell-Fullana, del año 1862 por dentro.

Por unos segundos creía estar en los cherchas, entre las vigas del tejado de una iglesia. Era como subir la torre de una iglesia hasta llegar al campanario, pero por supuesto, ese no era el caso. Rápidamente reconocí el motor que impulsa el fuelle mecánico de este órgano ibérico.

Fuelle de un órgano histórico

Foto: NMM – Trasera del Órgano de la Catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria con fuelle, de origen mallorquín, marca Portell-Fullana, del año 1862 

Mientras me maravillaba ante lo que veía, Alejandro me recordó que, aunque veamos hoy un motor para activar el fuelle, en el pasado eran personas las que lo manejaban manualmente.

Si bien es cierto que en la isla de Gran Canaria tenemos la representación de los órganos europeos más importantes (de fabricación alemana, inglesa, italiana e ibérica, con la salvedad de Francia, pues solo existe un órgano francés en la isla de La Palma), destaca Alejandro este órgano de la catedral porque se diferencia, sobre todo, por su pedalera ibérica frente a la pedalera alemana que solían llevar los otros órganos posteriores.

Alejandro Rodríguez - Catedral de Sta. Ana Las Palmas de Gran Canaria
Órgano de la Catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria

Foto: NMM – El tablero de reducciones 

Una pedalera alemana se parece grosso modo a un teclado de órgano o piano. O sea, que se trata de teclas en formato rectangular alargado, mientras que una pedalera ibérica hace pensar más bien en botones, denominados contras. Solo hay 8 de estos botones para una octava de DO a SI más uno extra, mientras que una pedalera alemana puede tener muchos sonidos más. Confieso que tampoco conocía este detalle.

Cuando Alejandro encendió el órgano pude ver cómo se inflaba el fuelle, en este caso rectangular, para permitir la emisión del sonido por los tubos.

Aunque a primera vista se podría pensar que el tablero de reducciones se parece a las cuerdas de un piano, no es correcto.

Alejandro Rodríguez - Catedral de Sta. Ana Las Palmas de Gran Canaria
Órgano de la Catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria

Fotos: NMM – se aprecia la pedalera ibérica por debajo de los pies de Alejandro Rodríguez 

 

En la ilustración siguiente que me facilitó Alejandro se ve claramente que el mecanismo del órgano va mucho más allá de lo que conocemos de un piano. Si se fijan, en el caso del piano tenemos, principalmente, las teclas (1-3 de la imagen correspondiente) y el macillo (14) que golpea la cuerda (16) para producir el sonido, mientras que en el caso del órgano, tenemos también el teclado (no se ve en la imagen), el mecanismo de fuelle (1, 14, 21-23 de la imagen correspondiente), que suministra el aire necesario para hacer sonar los tubos o flautas, el tablero de reducción (18), que anteriormente había comparado con las cuerdas de un piano y la caja que esconde todos los demás detalles del instrumento.

 

Plano antiguo de órgano con nombre

Imagen: Cortesía Alejandro Rodríguez – Plano antiguo de órgano con nombres

Mecanismo de piano

Imagen: Mecanismo de piano –  https://multisononline.com/blog/mecanismo-del-piano-vertical

 

O sea, que para poder disfrutar del sonido maravilloso de un órgano primero hay que encender el motor del fuelle y, a continuación, el organista se puede sentar a tocar el instrumento. Y mientras hace eso se produce una interacción entre lengüetas, secreto, pieles, fieltros, caja de viento, tubos y otros muchos detalles cuya explicación iría más allá de las posibilidades de este artículo.

Por cierto, no les quiero ocultar que el órgano de la Catedral de Santa Ana de Las Palmas de Gran Canaria tiene tubos de aleación de estaño y plomo. En esta época aún no se empleaba el Zinc en los órganos, que fue utilizado posteriormente para la fabricación de los tubos.

Después de tanta teoría, quería conocer el órgano de verdad personalmente. Por así decirlo, para impregnarme en su alma, o sea, de su sonido. Ambos tomamos asiento en el banquillo y probamos los 14 registros partidos y los dos teclados de mano que hacen sonar a los tubos de 4, 8 y 2 pies, que en el caso de los ibéricos eran palmos (13 palmos equivalen a 8 pies).  ¡Sííí!, los tubos de un órgano se miden en pies. Y para cada octava se reducen los pies a la mitad, al contrario que los hercios que se doblan de octava en octava.

Entre los registros, que se activan mediante los tiradores laterales al teclado, había alguna curiosidad como Gaita y Canarios y otros más familiares como Flautado, Trompeta o Voces humanas.

Estuve de suerte esa tarde, porque incluso fue posible que escuchara algunos sonidos bien desafinados de un órgano y a través de ellos el instrumento se me hacía casi humano. Me hablaba. Había un momento en que me olvidé de que quien hablaba era Alejandro y no el viejo Portell-Fullana de 161 años.

Muy a mi pesar, teníamos que irnos.

Y mientras nos despedíamos me pasaba por la cabeza que este artículo se había originado porque había estado estudiando los festivales de música en la isla para otro artículo cuando aprendí que realmente no existe ningún festival o ciclo regular de órganos.

Si bien es cierto que tan pronto como había una cantidad suficiente de órganos restaurados en los primeros años del siglo XXI, surgió la idea de realizar actividades de música antigua organizando ciclos o jornadas para devolverles la vida a estos preciosos y extraordinarios instrumentos. Con el nombre Ars Organorum y con el apoyo de la Real Academia de Canarias de Bellas Artes se realizaron durante los meses de otoño cinco ediciones de programas de conciertos de música histórica para órgano en Canarias. La crisis del año 2008 llevó a la cancelación posterior del ciclo[3].

Años más tarde, entre los años 2011 y 2018, un grupo de instituciones públicas liderados por el Cabildo de Gran Canaria retomó la iniciativa bajo el nombre de Ciclo de Conciertos en órganos históricos de Gran Canaria. Se realizanron siete ediciones hasta que la actividad volvió a recaer en un estado de languidez. Posiblemente este desfallecimiento se debió a que, por un lado, casi no hay organistas locales y, por otro, a la estrecha vinculación del instrumento a la idiosincrasia eclesiástica.

Al preguntarle a Alejandro sobre el tema, me contó que es cierto la predominancia del órgano en el contexto litúrgico, pero basta con ver la literatura escrita para órgano para dejar claro que no solamente es un instrumento para acompañar la misa. El repertorio es inmenso y abarca el medievo hasta el romanticismo, e incluso composiciones de hoy día. Si recordamos que los órganos de cada época tienen grandes diferencias (romántico, clásico, moderno, etc.) y, por ejemplo, la pedalera ibérica y la alemana, es fácil de entender que no con cualquier órgano se puede tocar todo el repertorio existente. A veces, por diferencias en la mecánica de los registros, teclado, etc., no es posible tocar una determinada obra, al menos no bien.

Por otro lado, Alejandro mencionó que existían ya en el pasado los llamados órganos de salón: órganos o armonios que se usaban para amenizar bailes y actos civiles, conciertos o cualquier otro acto no litúrgico. Me sorprende que en la actualidad lo hayamos olvidado, aparentemente.

 

Órganos históricos - Cartel 2023

Recientemente, durante los meses de otoño de 2022 y 2023, se han celebrado varios conciertos bajo el lema Ciclo de Conciertos en órganos históricos de Gran Canaria liderado en esta ocasión por la Asociación Canaria Taller Lírico. Esta iniciativa tiene otros varios conciertos previstos para el mes de octubre de 2023.

 

Mientras escribo estas palabras Alejando ya está otra vez con otro de sus órganos: ensayando, afinado o restaurando, no lo sé. Esta vez, uno en La Palma.

Y dentro de mí suena el tubo de 8 pies sobresaliente de los de detrás del banquillo del organista que con el registro de trompeta de batalla me sonaba a la bocina de un buque y me río a mis adentros. Qué bonito puede ser la ignorancia a veces y qué maravilloso es aprender algo nuevo.

Espero de verdad que haya podido despertar en mis lectores las ganas de ir a ver un concierto de órgano o a visitar uno por el mero hecho de conocer a una personalidad instrumental que ha caído un poco en el olvido, pero que se merece toda nuestra atención.

Y si tuvieran interés en realizar una ruta guiada de órganos, háganmelo saber. 

 

Nicole Martín Medina

Las Palmas de Gran Canaria

Octubre 2023

 
 
Notas a pies: 

[1] Véase: El artículo de referencia es algo antiguo por eso no se incluye el órgano del auditorio de Tenerife  – Rosario Álvarez Martínez en https://cabildo.grancanaria.com/rhtml/patrimonio_historico/boletin-sin-ingles/es/bienes-muebles/los-organos-historicos-en-gran-canaria.html

[2] Véase: RACBA en https://racba.es/iniciativas/recuperacion-de-los-organos-historicos-de-canarias/

[3] Véase: RACBA en https://racba.es/iniciativas/recuperacion-de-los-organos-historicos-de-canarias/

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2 respuestas

  1. Enhorabuena Nicole, magnífico artículo, con textos como este le daremos visibilidad al Ciclo y difusión al órgano. Gracias y felicitaciones.

    1. Muchísimas gracias, Juan, viendo de ti, que eres un mar de conocimientos en música, musicología y todo relacionado con nuestro sector, es un cumplido enorme. Creo que los órganos y su legado realmente se merecen una visibilidad mayor. Un abrazo y gracias!!

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