o cómo Nico monta su propio blog
Para aquellos de ustedes que habían empezado a leerme regularmente debe haber sido un revés darse cuenta de que —de repente— no seguía escribiendo. ¿Nicole se ha echado atrás tan fácilmente? ¿Qué ha pasado? Ella no suele abandonar algo a la ligera. Dejen que se lo explique. Está permitido, por supuesto, reírse.
Soy de esta gente que en toda su vida nunca han leído un folleto de información o de instrucciones a la hora de comprar un electrodoméstico o dispositivo electrónico. Si voy a comprar un mueble en IKEA me lo llevo a casa y lo monto, ¿cómo no?, yo solita, sin mirar los dibujos explicativos añadidos al paquete. Saco mi caja de herramientas del armario y me lanzo a la aventura de montar este mueble sueco. Siempre me he llevado bien con las ciencias y medianamente domino los principios básicos de la física, es decir, las estanterías en mi casa no se han derrumbado nunca, mis aparatos funcionan perfectamente y con el ordenador me busco la vida sola.
Learning by doing ha sido siempre mi lema. Por regla general, me va bastante bien con eso.
Pero… ahora Nicolita quería montar su propio blog y, lógicamente, lo quería hacer ella sola. Pues me puse manos a la obra y ya saben cómo había quedado el resultado. Todo pintaba bien. Había elegido WordPress porque varias personas me habían indicado que sería la mejor plataforma. No es que no me hubiese informado primero, al menos un poco. Todo perfecto.
Hasta el momento en que quise añadir los plug-ins para las páginas en alemán e inglés o los plug-ins para el SEO. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que la gente de WordPress me querían cobrar más de 330€ por los plug-ins, precio que, obviamente, no pensaba pagar.
De la misma manera de siempre empecé a indagar a qué se debía eso sabiendo que otras personas, con las que había hablado antes, tienen su blog con plug-ins sin coste añadido.
¿Y cuál fue el aprendizaje? Había cometido un error básico: había dado de alta el blog en WordPress, no con WordPress. Pequeño pero muy importante detalle que se me había escapado y con el que la vida me recordó que, para algo existen los profesionales de cada sector. Y es que por muchos tutoriales que una ve en Youtube, no se hace informática. Lección aprendida. Baño de humildad aceptado.
En consecuencia, ahora sí me dejé asesorar por un profesional y le pedí la migración del blog. Eso nos llevó a otros cambios, vinieron las navidades, cumplí los 50 años en medio de la pandemia, vino una visita familiar de Alemania, tuve que atender algunas cositas de salud, etc., y todo se retrasó bastante. Sobre todo, no quería seguir escribiendo en un blog que iba a dar de baja perdiendo el tráfico estadístico. Al final, hemos tardado meses en volver a poner el proyecto en pie, pero aquí estoy nuevamente. Me volverán a leer, si así lo desean.
Gracias por seguir ahí.
Foto: Pixaby
Nicole Martín Medina
Las Palmas de Gran Canaria
Abril 2022
